jueves, 25 de noviembre de 2010

CONTROL EN LA VENTA DE MARIHUANA

El tema de las drogas y su legalización contempla dos dimensiones, que pocas veces son consideradas en forma simultáneamente en los debates. La primera, incluye el problema de los adictos, la gente que se aliena en el consumo de sustancias y estupefacientes, y que son regularmente la base de los argumentos en contra de la legalización. La segunda dimensión, tiene relación con el tráfico, las mafias, la venta ilícita y el enriquecimiento desproporcionado de quienes aprovechan un mercado negro sin control de ninguna índole.
En este sentido, el debate en torno a la legalización de la marihuana no debe sustentarse en una apología al consumo y las libertades individuales, donde los argumentos se centran esencialmente en sus efectos, sino que debe centrarse y potenciarse como el elemento de control, que regularice un mercado con una demanda real, amplia y ya existente, que evite el surgimiento de mafias y grupos delictuales en torno a este producto.
El problema de la ilegalidad de la marihuana es similar al problema generado durante la ley seca en los Estados Unidos, donde la prohibición no termino con el consumo de alcohol y dio paso a una amplia red de distribuidores ilegales que controlaban las ciudades.
Es claro que la ilegalización no inhibe el consumo, y al contrario, hace que los precios sean elevados, los productores y distribuidores no paguen impuestos y la producción esté controlada por verdaderas mafias.
La legalización permitiría regularizar los precios, al cobrar altos impuestos que luego son destinados a educación y prevención, y a controlar el modo de producción, venta y distribución de marihuana. Así, se evitaría la venta de marihuana tratada con otras sustancias como la “paraguaya” y se propiciaría la venta de una de mejor calidad. Tal como expreso la abogada Pamela Pereira al sitio del Conace “al liberalizar, se podría regular el mercado, controlar la calidad de las drogas que circulan y bajar así su precio. En definitiva, aceptan la intervención del Estado y un límite de la libertad individual”.
Contrario a lo que los detractores, e incluso algunos partidarios plantean, la legalización no aumentará el consumo ni tampoco lo centrara en la marihuana. Así como la ley de divorcio no generó un aumento explosivo de separaciones, la legalización no implicaría un aumento inaudito de la cannabis.
En este sentido, el Estado debe erigirse como un agente de control eficaz en ésta área, con políticas claras y eficientes destinadas a determinar reglas del juego claras que definan e impidan el aprovechamiento por parte de grupos delictuales, de la adicción de otros ciudadanos.
http://teoriaspoliticasparalatinoamerica.blogspot.com/2006/01/legalizacin-de-la-marihuana.html

1 comentario:

  1. el control de la venta permitiria que las mafias no estuvieran involucrdas en el 100% de las ventas.

    ResponderEliminar